sábado, 17 de septiembre de 2011

Renault





Renault fue fundada en 1898 por Louis Renault (1877–1944), pionero de la industria automovilística y del taylorismo en Francia, junto con sus hermanos Marcel y Fernand, y su armador de la época Francois Pefaure (1870 - 1956), bajo el nombre de Renault Frères. La muerte de Marcel Renault en 1903 en la carrera París-Madrid, y la de Fernand Renault en 1907, dejó la sociedad en manos de Louis Renault, y su nombre cambió a "Société des Automobiles Renault".
Sus taxis tuvieron mucho éxito y, durante la I Guerra Mundial, Renault fabricó también munición, aviones y vehículos militares como el carro de combate Renault FT-17. Los taxis Renault de París jugaron un papel importante en el transporte de tropas durante la guerra, particularmente en la batalla del Marne.
Entre las dos guerras mundiales, Louis Renault mantuvo a flote la empresa diversificando la producción. Además de automóviles, producía camiones, maquinaria agrícola e industrial, y motores de aviación. La fábrica de Billancourt, que había crecido hasta las 67 hectáreas (invadiendo terrenos en Boulogne-Billancourt, y la Isla Séguin en su integridad) llegó a contar con 30000 empleados antes de la crisis del 29.
Renault fue un escenario primordial en las revueltas obreras de 1936, en las que, además de un aumento salarial, se llegó al reconocimiento de las organizaciones sindicales, el derecho a las vacaciones pagadas, la firma de un convenio colectivo y la reducción de la jornada laboral como forma de luchar contra el desempleo.
Durante la II Guerra Mundial, las factorías de Renault produjeron material para el ejército nazi alemán, por lo que, posteriormente, Louis fue detenido tras la liberación de Francia en 1944 y murió en prisión antes de haber preparado su defensa. Toda la empresa pasó a ser propiedad del gobierno francés por lo que Renault se convirtió en una empresa pública denominada Régie Nationale des Usines Renault.
En México, Renault comenzó a comercializarse aproximadamente a finales de los años 50`s. Posteriormente firmó un contrato con la empresa Mixta Dina, formando la empresa Dina-Renault, la que armaba varios vehículos y proveía de refacciones en las facilidades de fabricación de Ciudad Sahagun, en el estado de Hidalgo. Desafortunadamente, la devaluación por la que pasó el país en 1981, mermó la capacidad de la marca. Se intentó por todos los medios remediar la crisis, pero fue difícil, por lo que abandonó el mercado mexicano en 1986, aunque se continuó con la producción de motores para exportación en la Planta "Rimex" de Gomez Palacio, Durango para otros modelos en otras partes del mundo, hasta 1997.


 El regreso de la marca llegaría de la mano de Nissan, quien hizo alianza con esta marca, retornándola en el año 2000 acompañada de acuerdos de fabricación, lo cual derivó en los modelos Renault Scenic y el Nissan Platina, este último solo un Renault Clio Symbol rediseñado.
De 1979 a 1987, Renault poseyó la mayor parte de American Motors Corporation (AMC) que posteriormente fue vendida a Chrysler Corporation en marzo de 1987.
En 1986 el gobierno francés se planteó su privatización y en 1996 Renault ya estaba parcialmente privatizada.
En enero de 2001, Renault vendió su división industrial (Renault Véhicules Industriels) a AB Volvo (no confundir con Volvo Cars), que la renombró como Renault Trucks(camiones Renault) en 2002.
Renault ha competido como constructor en la Fórmula 1 desde 1977 a 1985, periodo en que desarrolló e introdujo los motores equipados con turbo en dicha disciplina, y, de nuevo, desde 2002 hasta la actualidad. Durante los años en que Renault no compitió como constructor, se dedicó a suministrar motores a varios equipos consiguiendo notables éxitos con Benetton y Williams F1. En los años noventa y en 2005 y 2006 ganó el mundial de constructores.
En enero de 2007, tras la salida de Fernando Alonso y después de varias pláticas, Renault decide firmar a Abimael Castañeda Fernández por 4 años como parte del programa Renault Driver Development.

Actualmente el gobierno francés posee el 15,7% de la empresa. Renault es una empresa privada que fue dirigida por Louis Schweitzer entre 1992 y 2005, momento en que fue relevado por el brasileño Carlos Ghosn, anteriormente director de Nissan. Un pequeño porcentaje (1.2 %) sigue perteneciendo a la familia Pefaure (principalmente radicada en Argentina).

Renault tiene una participación del 44,4% en Nissan (con derecho a voto). Nissan posee a su vez el 15% de las acciones de Renault (sin derecho a voto). Renault y Nissan forman actualmente "la Alianza", que se distingue de otras uniones entre empresas del sector en que los dos miembros tienen el compromiso de mantener su independencia. Aunque para finales del 2011, ya se ha confirmado la separación de la alianza.
Renault es propietaria además de Renault Samsung Motors y Dacia, formando entre las tres el "Grupo Renault".
Por su parte, retiene una minoría de acciones de Volvo Group (20% de acciones) controlando a "Volvo Trucks" , Mientras que la división de autos de pasajeros de Volvo que fue Subsidiaria de Ford Motor Company, pertenece desde 2010 a la empresa china Geely Automobile..
Está en desarrollo un superdeportivo.
Renault estudia construir una planta de producción de coches eléctricos en Israel.
Renault-Nissan está presente en el PHEV Research Center.
El Gobierno español y Renault acuerdan crear un grupo de trabajo para impulsar el coche eléctrico en España. Este grupo de trabajo, encabezado por el próximo presidente de Renault en España, Jean Pierre Laurent, y por la secretaria general de Industria, Teresa Santero, tendrá como cometido diseñar "todos los mecanismos necesarios para que el coche eléctrico sea una realidad lo antes posible en España". El grupo, que también estará integrado por la Junta de Castilla y León, deberá tener redactado en febrero sus conclusiones y el plan de trabajo futuro de Renault en España.


Este proyecto ayudará a conseguir el objetivo fijado por Miguel Sebastián de un millón de automóviles todo-eléctricos e híbridos eléctricos para el 2014, en su mayoría de producción española. "Eso son tres nuevas plantas de automóviles a tope para ello", según el Ministro español de Industria. Este objetivo forma parte del nuevo Plan de Activación del Ahorro y Eficiencia Energética, con el que se persigue reducir la dependencia del petróleo.
El millón de coches eléctricos supone tres nuevas plantas de automóviles a tope, y por lo tanto el futuro del coche eléctrico es el futuro para la industria del automóvil en España

miércoles, 7 de septiembre de 2011

SEAT



SEAT S.A. es un fabricante de automóviles de España. Fabricó unas 408.318 unidades en el año 2006. Desde 1990 es subsidiaria del Grupo Volkswagen de Alemania.Su nombre es el acrónimo de Sociedad Española de Automóviles de Turismo, nombre con el cual fue fundada y que mantuvo hasta 1991.





La SEAT fue fundada en 1950 por el Instituto Nacional de Industria con el objetivo de motorizar la España de posguerra mediante la fabricación en Barcelona de los automóviles italianos Fiat bajo licencia. Para su constitución se creó una sociedad con un capital de 600 millones de pesetas, de la que el INI contaba con un 51% de las acciones, la banca española un 42% y Fiat, el principal fabricante de automóviles de Italia (que actuaba como socio tecnológico) el 7% restante. La denominación "SEAT" proviene del acrónimo Sociedad Española de Automóviles de Turismo, elegido buscando una pronunciación y grafía similar a Fiat (acrónimo de Fabbrica Italiana Automobili Torino) con el fin de "nacionalizar" según la costumbre de la época los vehículos, que por lo demás, eran idénticos a sus homólogos italianos. Su primer presidente fue José Ortiz Echagüe, el ingeniero fundador de CASA. El estado español mantuvo un participación importante en la sociedad a través del Instituto Nacional de Industrias INI. Cuando Fiat se retiró en 1980, el Grupo Volkswagen adquirió la mayoría de las acciones en 1986 convirtiéndose en el único accionista, al adquirir la participación que mantenía el estado español.






El interés de Fiat por establecerse en España se remonta a la adquisición de la fábrica de Guadalajara de La Hispano -filial de Hispano Suiza, de la que la matriz se vio obligada a desprenderse durante un corto periodo en la segunda república-, y donde se fabricaron los Fiat 514 también "nacionalizados" como Hispano-514 entre 1931 y 1935. Tras la guerra civil se creó la 'Sociedad Ibérica de Automóviles de Turismo' (SIAT) en 1940, también con Fiat como socio tecnológico (nótese la similitud del nombre) junto con la banca privada (el Banco Urquijo) y un grupo de industrias entre las que se encontraba Hispano-Suiza. La compañía sin embargo, no llegó a producir modelo alguno al condicionar el Ministerio de Industria su puesta en marcha a la participación del Estado, lo que no fue posible hasta la constitución del INI en 1941, que acabaría comprando Hispano-Suiza para integrarla en otra empresa nacional -ENASA, fundada años antes-.
Paralelamente, y también con el fin de motorizar el país cuyo parque móvil había descendido un 40% sobre el parque de preguerra, se autorizaron sociedades de capital privado para la producción de automóviles de tecnología extranjera tales como FASA,Citröen Hispania, Authi o Metalúrgica de Santa Ana, siendo anecdóticas las iniciativas particulares para la producción de automóviles de tecnología española.




El primer modelo fue el 1400, el cual se produjo en una amplia gama de versiones. Su producción comenzó en 1953 y terminó con la versión C en 1963, la cual utilizaba ya la carrocería nueva, que posteriormente sería la del 1500 que le sucedería un año después. El segundo modelo en salir de la Zona Franca fue el 600, del que se fabricaron las versiones N, D, E, L Especial, 800 y otras minoritarias hasta 800.000 unidades aproximadamente. Es el modelo más emblemático de SEAT y tuvo buena parte de responsabilidad en el proceso de motorización de la clase media española. Su producción comenzó en 1957 y terminó en el verano de 1973. Tras él, llegó a las cadenas de producción el 1500, utilizando la carrocería del Fiat 1800, pero con el motor del Fiat 1500 auténtico referente del lujo en la España de los 60. En 1966 aparece el 850, concebido en Italia como un 600 mejorado (mejores acabados, mayores prestaciones, menores defectos), el cual tuvo también amplia difusión. En España apareció una inédita versión de 4 puertas. Primero fue la versión de 4p «Corto», del que no se hicieron más de 417 unidades, y posteriormente, el «Largo», de mucho más éxito, coupés y descapotables aparte.
Tras el 850, llega en 1968 desde Italia el 124, Coche del Año en Europa; es uno de los puntos de inflexión no ya en la historia de SEAT, sino también en el mundo del motor español. Su motor de 1.197 cm³, sus 60 CV, sus más de 140 km/h de velocidad máxima y su amplia carrocería lo convirtieron en la primera berlina familiar española de verdad. Su éxito hizo que estuviera 12 años en producción, en dos variantes principales (faro redondo 68-75 y faro cuadrado «Pamplona» 75-80). Es el modelo que sirvió de base para posteriores modelos como el 1430, aparecido en 1969, en una categoría superior al 124. Su motor de 1.438 cm³ rendía 70 CV. Inolvidables son sus versiones 124 Sport de dos puertas con motores 1600 y 1800 de doble árbol de levas en cabeza (DOHC) un exponente del glamour de la época junto a sus hermanos pequeños los Seat 850 Coupé y Spider.

1973 fue un año memorable para SEAT; fue el año de la llegada del motor Perkins, que le proporcionó numerosos éxitos a la marca y que sigue siendo muy recordado hoy día. Tenía básicamente dos versiones: 1600 y 1800; ambos se montaron por primera vez en España en el sustituto del 1500, el 132, el automóvil más lujoso fabricado por SEAT hasta 1980. Posteriormente llegarían otras versiones 2.000. En 1972, sin embargo, tuvo lugar otro de los grandes momentos de SEAT con la llegada del modelo 127 (1972-1985), primer tracción delantera de la marca, fue fabricado hasta en tres versiones diferentes, la última de las cuales (rediseñada), fue el «Fura» y Fura Dos para la exportación, que llegó a tener una versión «Crono» de gran rendimiento con el mítico motor 1430. Para la fabricación de las juntas homocinéticas que la tracción delantera precisa, SEAT levantó en Galicia una fábrica específica -Indugasa-, cuyo capital compartía con Citroën Hispania. Además, a diferencia de Italia, el 127 sí contó con una versión de 4 puertas, diseñada en España y ampliamente exportada.
En 1974, ante el cese de producción del 850 y del 600 un año antes (este último debido a que se concluyó que renovar la maquinaria de producción ya desgastada por el uso no se iba a amortizar con las ventas previstas del 600), ya en claro declive, se lanza el 133, modelo quizás desfasado ya en su nacimiento, pero que no por ello tuvo poco éxito en particular entre los nostálgicos de los "todo atrás", modelo que se exportó como Fiat y se fabricó en Argentina y Egipto. En 1975 llega el131 en sustitución del 1430, de gran difusión, que se mantuvo en producción hasta 1982 y marcó otro hito puesto que desde su aparición ya con el 124 Pamplona convertido en berlina media, el 131 como media-alta y el 132 en la gama alta, los compradores disponían de una verdadera gama dándose por terminada la época de la motorización acelerada, cuando había que listarse y esperar a que meses después se le asignase un SEAT 600. En 1979 se lanza el «Ritmo», de vanguardista diseño, el cual fue sustituido en 1982 por el «Ronda» ante los problemas con Fiat. La empresa japonesa Honda demandó a SEAT por la similitud del nombre del modelo Ronda con su propia marca.

También en 1979 se comienza con la fabricación de los Lancia Beta de SEAT, en versiones Coupé y HPE liftback, que fueron equipados con el motor de dos litros utilizado en el 132 con una cilindrada algo reducida frente a sus homólogos italianos por razones fiscales y que supusieron un sustituto civilizado, ya con tracción delantera y suspensión independiente, de las "locas" (124 Sport) apodados así por el comportamiento que imponía su concepción (tracción trasera y eje rígido).
En 1976 apareció el 1.200 Sport y después el Sport 1.430, deportivo con base de 127 y mecánica 124 concebido en España por Inducar, y a quien la llegada del 128 perjudicó en cierta forma; el coche presentó unos problemas de estabilidad que disminuyeron sus ventas, y que según alguna revista del motor se debieron a que el trabajador encargado de establecer la situación de unos agujeros de anclaje de dirección y suspensión lo hizo con un desplazamiento de 18 mm sobre la situación diseñada por los ingenieros, lo que producía reacciones extrañas en el uso diario. En 1980 se había lanzado el Panda, que a partir de 1986, bajo la denominación de «Marbella», siguió su senda de éxitos hasta 1997. En 1984, ya bajo supervisión de Volkswagen (en general, VAG), se lanzó el «Ibiza», con numerosas motorizaciones System Porsche de nuevo desarrollo (1.2, 1.5 y 1.7) y una variante diésel (1.7) de origen Fiat y que convivió algún tiempo con el Fura.

Superado el aislamiento internacional posterior a la Guerra Civil, comienza en España un periodo de industrialización conocido como autarquía, caracterizado por la creación de empresas públicas, las "Empresas Nacionales", para la producción de bienes de equipo en España con un máximo de componentes de fabricación doméstica.
En este contexto se crearon SEAT y ENASA con el objetivo de surtir de automóviles de turismo y pesados a un parque móvil obsoleto, que había llegado a disminuir en un 40% al final de la guerra civil y que se nutría de las escasas importaciones posibles hechas en valiosas divisas.
Para su constitución se había creado una sociedad de la que el INI y la banca española contaban con la mayoría de las acciones y Fiat poseía el 7%, mediante una fórmula que luego Fiat utilizaría profusamente, los llamados "accordi di fabbricazione". En esos acuerdos Fiat era el "socio tecnológico" pero mantenía escaso o nulo control accionarial sobre estas sociedades (aunque en SEAT, llegó incluso a un 37%), que eran controladas generalmente desde gobiernos autoritarios (España, Turquía, Corea) o en economías planificadas (URSS, Polonia, Yugoslavia).
Sin embargo, con la llegada de la democracia a España, el INI (Instituto Nacional de Industria), heredero de las viejas empresas nacionales, decide vender o cerrar las empresas públicas deficitarias (entre las que estaba SEAT) en un proceso que se denominó "reconversión industrial".
Se inicia entonces la negociación, no exenta de tensiones y presiones políticas para que Fiat compre la marca. La situación de partida era provechosa para ambas empresas en función de unas interacciones crecientes: desde el final de la autarquía se había vuelto a montar casi un 30% de componentes de origen italiano y por su parte SEAT producía carrocerías en exclusiva para Fiat -los "Fiat Fabricación SEAT"- y contaba con producir gran parte del inminente Fiat/SEAT Panda. Por otra parte la integración rompía con ideas muy asentadas en ambas empresas, una abandonaba su condición de empresa pública y la otra pasaba a fabricar en propio en el extranjero. Sobre estas bases se firma en abril de 1979 el nuevo acuerdo con Fiat, el "preacuerdo de integración" a partir del que el control de la empresa pasa a manos de directivos italianos  y se prevee la próxima integración en el grupo Fiat a partir de junio del siguiente año.

Mientras, en la multinacional italiana sumida por entonces en su propia crisis, y particularmente en sus sindicatos, empieza a surgir la idea de que pasar de la tradicional política de acuerdos (que suponía el cobro de cuantiosas cantidades en concepto de royalties) a la fabricación propia en el extranjero (sin que el Estado español participase en la necesaria recapitalización de SEAT, con unas pérdidas de cerca de 20.000 millones de pesetas y 32.000 empleados) ponía en peligro a la matriz. Finalmente, la dirección del grupo acaba convenciéndose del riesgo de la operación y en la primavera de 1980, Fiat anuncia la desvinculación de la recapitalización, vendiendo sus acciones al INI al precio simbólico de 1 peseta, en lo que en España se llamó "el plante" de Fiat.
Al quedar SEAT sin un socio tecnológico, puesto que la división de investigación y diseño estaba en Fiat, y tras la amenaza del gobierno español de llevar a la multinacional italiana ante el Tribunal Internacional de París por incumplimiento del preacuerdo, se fuerza la consecución de un nuevo acuerdo amistoso con Fiat que permita una continuidad a la marca española y evite la guerra comercial de las dos marcas comercializando los mismos modelos, el "acuerdo de colaboración".
Mediante este acuerdo, en la parte económica, Fiat se retira del accionariado y SEAT reduce los royalties a pagar por cada vehículo fabricado bajo licencia. En cuanto a la cooperación técnica, industrial y comercial, el acuerdo confirma los contratos anteriores que regirán hasta 1986; para el mercado español, SEAT podía seguir comercializando los SEAT 127, SEAT Panda, SEAT Ritmo y SEAT 131, así como el desarrollo de futuros modelos basados en éstos.
Para el mercado exterior, Fiat se compromete a seguir exportando los Fiat fabricados por SEAT -básicamente el Fiat 127 5 puertas- hasta 1985 (unos 100.000 automóviles en 1981 y 1982 y 60.000 en los tres años posteriores), mientras que a partir de 1983 SEAT podrá exportar paralelamente "sus propios productos desarrolados sobre base Fiat" en una red comercial propia, este matiz es importante porque Fiat solo admite la venta por parte de SEAT de sus propios productos diferenciados de los originales Fiat. Concretamente el punto 5.1 del acuerdo, largamente gestado en diferentes borradores, recoge que "en el supuesto de que SEAT proceda a restilizar los modelos Ritmo, 127 y 131 mediante restyling de su carrocería, utilizando los grupos mecánicos de los actuales modelos objeto de licencia Fiat Auto, el citado restyling se referirá no solamente a elementos de acabado interno y externo, sino también a elementos significativos de panelería externa".
Así, Fiat demandó a SEAT ante la aparición de las fotografías del catálogo publicitario del SEAT Ronda. El pleito se centró en si los cambios eran "significativos" o "no significativos" al no afectar suficientemente a la panelería, donde los cambios fueron mínimos, y estimar Fiat que lateralmente el origen del coche era reconocible.
Finalmente el Pleno de la Corte Internacional de Arbitraje desestimó los argumentos de Fiat, permitiendo la comercialización del Ronda en todo el mundo. El argumento definitivo fue un Ronda oscuro con todas las partes nuevas pintadas en amarillo para convencer al tribunal de que esos cambios sí eran elementos significativos.

Mientras esto sucedía Volkswagen, con la que SEAT había cerrado algunos acuerdos de transferencia de tecnología, ya que el coste principal en el mantenimiento de una marca independiente era la investigación en motores, se había mostrado interesada en la compra de SEAT, iniciando en poco tiempo la producción de los Volkswagen Santana, Volkswagen Passat y Volkswagen Polo en la factoría de Landaben (Pamplona), donde se habían producido antes los SEAT 124 "Pamplona" y anteriormente los Mini de Authi, quedándose SEAT con la de la Zona Franca y llegándose a un acuerdo ventajoso para ambas partes en lo que a utilización de sus redes comerciales se refiere. La fábrica de la Zona Franca de Barcelona era obsoleta y de baja productividad, mientras que en la de Landaben se habían instalado las tecnologías más modernas y de mejor rendimiento, lo que pudo motivar la decisión de Volkswagen cuando obtuvo la propiedad de SEAT, de hacer una autoventa de la fábrica de Pamplona, que dejaba de ser propiedad de SEAT para serlo formalmente de la sociedad matriz Volkswagen AG.
La solución final tomada por el gobierno de Felipe González, fue la inyección en la caja de SEAT de 180.000 millones de pesetas, para luego vender un primer paquete accionarial a Volkswagen por 40.000 millones de pesetas. Alguna fuente señala que cuando se vendió SEAT a Volkswagen, Fiat mostró su desacuerdo, haciendo ver que en esas condiciones también se habrían quedado ellos con SEAT. Posteriormente se vendió a la rama de vehículos pesados de Fiat, Iveco, la fábrica de camiones de Pegaso, que, a diferencia de su competidora de propiedad privada Barreiros (rentable), siempre trabajó con pérdidas.
De la premura con la que se llegó al acuerdo con Volkswagen da idea el hecho de que los SEAT llamados "de transición" (SEAT Málaga y SEAT Ibiza) nunca compartieron mecánica con sus primos Volkswagen asumiendo el alto gasto de desarrollo de una mecánica nueva (los motores System Porsche); la gerencia de SEAT creía en la posibilidad de conservar la independencia de la marca, contratando con Porsche el desarrollo de unos motores propios, en cuyo proceso llegaron a la conclusión de que el elemento que fijaba el coste mínimo era mantener la distancia entre cilindros, para aprovechar la maquinaria de mecanización existente, en lugar de utilizar o adaptar motores de origen VAG pues el acuerdo con Volkswagen fue posterior al inicio del desarrollo de estos. Estos motores eran de buen rendimiento, y se veían avalados por Porsche, su diseñador, al autorizar el uso en los mismos de la expresión "System Porsche" (que no se permitió a la rusa Lada cuyos motores eran también de diseño Porsche). El motor del Ibiza 1200, con la gasolina sin plomo alemana picaba bielas-detonación-. Precisamente estos vehículos a pesar de su origen Fiat supusieron el principio de las exportaciones de SEAT bajo el Grupo Volkswagen, puesto que sus cambios eran "significativos".
Ya bajo control alemán, SEAT entró en beneficios en 1988, sin embargo para cuando en 1993 se inaugura la gran y ultramoderna planta de Martorell, la crisis vuelve a afectar a la empresa, y la nueva fábrica había quedado grande.
Aunque unos años más adelante comenzaría su expansión hacia mercados donde no operaba, así como el refuerzo en aquellos donde sí operaba ya bajo control de VolksWagen, hasta la fecha SEAT es una propuesta fresca en cuanto a vehículos de Motor se refiere, puesto que muchos de ellos han alcanzado una deportividad única con sus modelos Cupra y Fr.
También tienen una destacada participación en automovilismo, donde han podido cosechar una buena parte de victorias así como algunos campeonatos puesto que SEAT compite en la WTCC. SEAT Sport es la división de competición deportiva de la marca SEAT.

SEAT colaboró en 1992 con las Olimpiadas de Barcelona, con más de 2.000 vehículos SEAT Toledo blancos que la compañía puso a disposición del COOB’92, y que compusieron la flota de transporte de la familia olímpica. Se realizó una selección entre cinco mil conductores, en cuya inscripción participó también el RACC. Como los conductores voluntarios eran los verdaderos anfitriones y embajadores (acompañando a colectivos y personas de todos los lugares del mundo), una vez terminada la selección, eran formados específicamente, para conseguir un alto nivel de calidad del servicio prestado. Durante la celebración del IV OPEN SEAT, entre otras personalidades, asistió Juan Antonio Samaranch, presidente del COI y en el transcurso de su visita, recibió por parte del vicepresidente comercial de SEAT, Juan José Díaz Ruiz, una reproducción en cerámica del SEAT Toledo Olímpico, el vehículo oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, vehículo que transportó a toda la familia Olímpica. En el certamen de Expomóvil 92, que reunió a 630 expositores de 25 países, destacó el stand de post-venta de SEAT, donde se exhibió un Toledo Olímpico. El responsable de post-venta, en aquellos momentos presentó entre otras novedades la supergarantía y el Sistema ELSA, que informatizaba el servicio al cliente. Lindford Christie y Colin Jackson tuvieron la oportunidad, como parte del patrocinio de SEAT U.K.’s al equipo Olímpico de Gran Bretaña, de conducir un SEAT Toledo.




SEAT Toledo PODIUM: Sólo para los campeones. Ser Oro Olímpico, en los Juegos Olímpicos de Barcelona, es el resultado de muchos años de trabajo. SEAT ha querido premiar este esfuerzo, con un modelo exclusivo al que únicamente los vencedores tienen derecho. El coche equipaba el 1.8 16v ó el 2.0 8v, con una pintura única la parte inferior en un tono más claro que la superior era bicolor, tení­a full-equip, placa distintiva Podium, tenía un interior muy exclusivo tapicería de cuero beis y parte del salpicadero también en beis con inserciones de madera y volante y pomo de madera teléfono incorporado en el apoya-brazos delantero, parece un GT, pero con extras y muy lujoso. El velocista, Lindford Christie, medalla de oro en 100 m, se llevó un SEAT Toledo PODIUM, de esta serie limitada a veinte ejemplares con matrícula propia.
SEAT también sacó modelos especiales por las olimpiadas de Barcelona que se comercializaron como el SEAT Ibiza olímpico o el SEAT Toledo Sport de 1992 una edición especial deportiva del Toledo que salió en marzo de 1992 y que estuvo poco más de un año en venta y salió con el eslogan TOLEDO Sport, SEAT deportivo. Sólo salió en 3 colores a elegir: rojo, blanco y negro; se diferenciaba de los demás Toledos en que los parachoques tenían una moldura negra mas ancha que servia para una protección mejor además de darle un toque distinto y las letras de Sport que tiene en las puertas y en el portón trasero, faros anti-niebla de serie y alerón, los motores eran: 1.8 l y 98 CV. velocidad de 180 km/h. consumo a 90 km/h de 6,1 l y en ciudad 10.5 l. Y de 2.0 l de 115 CV. velocidad cerca de 200 km/h. consumo a 90 km/h de 6.0 l y en ciudad 10,7 l.

SEAT dispone hoy de una planta de producción en Martorell, una pequeña ciudad industrial situada en la provincia de Barcelona. La fábrica de Martorell es una de las más modernas de Europa, y fue inaugurada por el Rey Juan Carlos I en 1993. En el año 2002 salieron de esta fábrica más de 450.000 automóviles. Por otra parte, en 1976 comenzó la producción del 124 renovado en la fábrica de Landaben (Navarra), la cual había tenido que adquirir a instancias del Estado ante la crisis de Authi. Hoy esta fábrica es dirigida y produce modelos de Volkswagen, siendo independiente del Grupo SEAT.
SEAT dispone de organizaciones de venta y de concesionarios propios en 70 países: como España, Alemania, Francia, México, o Venezuela.
El número de empleados y trabajadores es de 11.615. Dispone de un propio centro de desarrollo, en el que también se ha gestado el desarrollo de modelos de otras marcas del grupo, como el Audi Q5, y en el que trabajan adicionalmente 1.250 personas.
La compañía diseña sus propios modelos de automóviles, aunque siguiendo las pautas generales del grupo Volkswagen. A efectos de la estrategia de definición y posicionamiento de los modelos, SEAT forma parte del Grupo Volkswagen.