domingo, 18 de diciembre de 2011

Pontiac


Hoy le traemos la historia de Pontiac, marca que es conocida por ser el genesis de lo que a continuacion se llamo muscle car. Aunque el primer Pontiac salió en 1926, la verdadera historia comienza en 1883 cuando Edward Murphy abrió su compañía en la ciudad de Pontiac, Michigan.
Los orígenes de Pontiac se remontan a principios del siglo XX. Después de absorber otras dos fábricas de coches, la Pontiac Spring and Wagon Works (1907-1908) y la Pontiac Chassis Co. (1915), fue integrada la Oakland Motor Car Co., que tenía su sede precisamente en Pontiac, en el estado norteamericano de Michigan.
Bajo el control de la General Motors desde 1909, la Oakland pronto fue situada dentro de la estrategia de mercado del Grupo, en un sector de precio superior al típico de la Chevrolet (competidora directa de la Ford) y algo inferior al de la Oldsmobile.
Uno de los primeros Pontiac de 1926


La coordinación entre las dos marcas del Grupo se hizo efectiva en 1925, cuando Alfred P. Sloan, presidente de GM, pudo presentar el primer automóvil que utilizó piezas fabricadas por otra división del Grupo: el Pontiac 6 cilindros.
La leyenda del "Coche invisible"
Con motivo de la exposición universal que tuvo lugar en 
Nueva York durante los años 1939 y 1940 y al objeto de atraer la atención del público, fue diseñado y construido un automóvil transparente para su exhibición en el pabellón "Autopistas y Horizontes" de General Motors. El resultado fue un Pontiac con una carrocería única, transparente, construida en un material denominado polimetilmetacrilato, también conocido como Plexiglás. El chasis metálico podía verse a través de la carrocería, mientras que el salpicadero estaba cromado.
El Pontiac de Plexiglás o el coche fantasma, como se le denominaba entonces, tuvo un precio de coste de más de 17.500 €, un gasto incomprensible para aquella época. No obstante, la inversión resultó sobradamente rentable, ya que en el año 2011 fue subastado por más de 215.500 €. El vehículo tuvo una unidad hermana y juntas viajaron alrededor de los Estados Unidos, recalando en los distintos concesionarios Pontiac, donde se convertían inmediatamente en una atracción turística que contribuía a animar las ventas de los distintos modelos de la marca.
Durante la crisis económica de 1929, Pontiac estaba bien posicionada gracias a que los precios de sus unidades no eran tan elevados, además, Ford ya había encontrado su clímax en el modelo T. En estas condiciones, la fórmula elegida por la Pontiac fue indudablemente la mejor. En 1933, todos los modelos pudieron disponer de un nuevo motor de 8 cilindros en línea, mientras que las carrocerías fueron sometidas a un nuevo diseño.
Pontiac 1927 a 1939

 Pontiac 1940



En 1935 se preparó una profunda renovación de la gama, volviendo a disponer de un motor de 6 cilindros en línea para los modelos económicos. Las carrocerías por primera vez presentaban la parte superior del habitáculo construida completamente de metal y el parabrisas se dividió en dos pronunciadas secciones en V. Ambos motores (el 6 cilindros de 3.6 litros y el 8 de 4.1 litros) continuaron sin experimentar innovaciones fundamentales durante muchos años; el segundo no fue sustituido por un V8 de 4.7 l con válvulas en cabeza, hasta 1955.
Pontiac 1950
Pontiac 1948

Desde 1941 hasta 1949 se introdujeron profundos cambios estéticos. No ocurrió esto con la imagen de los Pontiac en los años 50, que fue gris y aburrida, tanto era así que no podían competir en un ambiente que se volvía cada vez más agresivo. La empresa era un gigante, con una planta que ocupaba casi un millón de metros cuadrados y más de 16 kilómetros de vías ferroviarias que rodeaban la fábrica, mientras miles de obreros construían las unidades.
Pontiac 1957

 Pontiac convertible 1953

 Pontiac 1956

No fue hasta julio de 1956 cuando se realizaron los primeros cambios sobre el Pontiac modelo 1957, que consistían en hacer más ancho el suelo de los vehículos.
En febrero de ese mismo año, Pontiac participó en la semana de carreras de Daytona; este evento anual sería el lugar ideal para lanzar el cambio de imagen. En esos momentos nadie pensaba en un Pontiac como un coche de carreras; pero mientras transcurría la carrera, muchas de las marcas de velocidad establecidas se batieron.
Las opiniones cambiaron acerca de estos coches, uno de los cuales alcanzó los 230 Km/h, una cifra que ningún coche americano había alcanzado en esta categoría. Otro de los talentos que se unieron al Pontiac fue John Z. Delorean, un ingeniero que procedía de la ya desaparecida Packard.
Una de las principales estrategias de Pontiac era la de hacer coches con diseños más atractivos para la gente jóven.
Su primer trabajo fue el renovado Pontiac de 1959. Con este modelo nació la era de los Pontiac de chasis ancho. En 1961 fue desarrollado el Tempest, y al año siguiente una versión más deportiva: el Le Mans.
LA MEJOR ÉPOCA
En 1964 salió al mercado el GTO, cuyo atractivo principal era su motor 389 con 330 HP; con este coche se lograron unas ventas de más de 30.000 ejemplares. El año siguiente se convirtió en un éxito total, y en 1966 rompió el récord de ventas, al haber vendido 96.946 unidades en total.
GM pidió al resto de sus divisiones que construyeran un coche similar al GTO; con ello empezó la carrera de los coches "musculosos". Por su parte, Ford presentó el Mustang, un coche que causó sensación y que en los primeros 6 meses se vendieron más de 250.000 unidades.
Los diseños que proponía General Motors eran de concepto, con aspecto de coches de carreras, con el objetivo de luchar contra el Mustang.
Otro de los desafíos fue el modelo que presentó la Mercury: el Cougar. La respuesta de Chevrolet fue el Camaro.
En 1969 salió a la venta una edición especial llamada Trans Am; era de color blanco con barras azules de carreras. En 1970 salió la segunda generación del Firebird, mientras que el resto de los Pontiac incrementaban su aspecto deportivo.
Los años 70 fueron una década muy difícil para Pontiac, ya que las limitaciones ambientales hacían reducir la compresión de los motores, lo que significaba reducir la potencia. Otro de los factores fue la escasez de gasolina.
El único modelo realmente nuevo de 1973, año que, por otro lado, fue dedicado preferentemente a las variaciones estéticas, fue el Grand Am, un automóvil que, según los estándares americanos, puede considerarse como deportivo de gran clase.
En los siguientes años las ventas de Pontiac subieron. La situación económica de los 80 no desanimó a muchos compradores de esta marca, y en 1982 se presentó la tercera generación del Firebird.
Ya entrada la década de los 90, Pontiac gozó de una buena imagen, con vehículos que representaban el espíritu deportivo de GM. La estética siempre ha sido agresiva y muy llamativa. En su oferta se encuentran modelos como el Sunfire, Firebird, Grand Am, Grand Prix, la miniván Montana y la última generación del Bonneville, además de la radical Aztek
Pontiac GTO 1964
 Pontiac GTO 1968
Pontiac GTO 1968

 Pontiac GTO 1969
Pontiac GTO 1970
 Pontiac GTO 1972

Pontiac GTO 2001
Otros Pontiac como el grand prix:
Pontiac Bonneville
 Pontiac grand prix 1964
 Pontiac grand prix 1967
 Pontiac grand prix 1998
 Pontiac grand prix 1963
 Pontiac 1926

 Pontiac grand prix 2004
 Pontiac 1940

 Pontiac grand prix 1987
Pontiac trams am






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